¿Sabías que todo en nuestro mundo tiene su reflejo? Como lo oyes, hay un mundo debajo de este mundo en el que todo es exactamente igual pero cabeza abajo y un poquito más tenebroso. Los coches, las casas, tu profe de inglés, tú…Si se abriera una grieta podrías verlo e incluso colarte en ese mundo, pero esa puerta no existe…¿O si?
No sabemos si fue el terremoto del pasado mes de enero o aquella vez que impactó el Melillero a lo Costa Crucero pero el caso es que este verano, durante unos trabajos rutinarios de mantenimiento encontramos una grieta inexplicable junto a una palmera. Después de jugárnoslo a piedra, papel o tijeras uno de nosotros se introdujo en ellas. Al salir, entre lexatines y carajillos, nos contó tartamudeando la increíble experiencia que había vivido. Al principio no veía nada, todo era muy oscuro. Poco a poco empezó a ver las palmeras con las raíces en el cielo y las hojas en los pies; siguió andando y vio la capilla del puerto coronada por unos cuernos, la farola dando sombra a los barcos y un montón de seres monstruosos tomando el aperitivo en la Norteña. Aquí nos dijo que ya tenía mucho miedito pero se tranquilizó al ver una cara conocida..tu eres, tu eres… Si, soy yo, Carlos José, el cocinero sin estrella. Esto es lo último que escuchó, salió corriendo mientras Carlos José le perseguía con unas mollejas podridas en la mano.
Si quieres colarte en este mundo al revés no puede perderte Bajo Muelle, al propuesta más loca y divertida para pasar un Halloween cabeza abajo.
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